Érase una vez un perro fascinado por la palidez de su piel cómo un brillo de la luna, del embriagante vino tinto que escurría de su boca cuando mordía a alguien, del complejo laberinto de su sonrisa que sólo escondía sensualidad y crueldad, de ese último aliento...
Oh esperan un final? Esa historia aún se está escribiendo ~
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